Publicamos una noticia aparecida en un suplemento zonal del diario El Día de la ciudad de La Plata -provincia de Buenos Aires- referida al rescate y puesta en marcha de una locomotora a vapor de trocha económica (0,60 mts).
Se trata de la locomotora a vapor alemana fabricada por la firma Henschel en el año 1923.
La joya de los talleres ferroviarios de Tolosa volvió
a funcionar.
Chicos y grandes disfrutaron de la locomotora alemana Henschel, que
con su pompa de vapor salió de los míticos talleres para decir presente otra
vez. Para darle mayor color al evento, en un pequeño vagoncito trasladó a los
chicos del barrio que se acercaron a disfrutar del momento.
La labor, obra de
dos entusiastas que durante tres años trabajaron en la restauración de la
maquina, apunta eventualmente a ser inicio de un proyecto que apuesta a poner
en valor el barrio y recobrar un pedazo de su historia.
Andrés Oleiro es
kinesiólogo. Y Martín Ramón ingeniero electrónico. No son precisamente “dos
expertos”, confiesan.
A fuerza de voluntad y entusiasmo, aprendieron a lo
largo del camino lo necesario para terminar de darle forma al sueño que nació
hace tres años.
PUESTA A PUNTO
Así, entre los dos lograron poner a punto y en
marcha una antigua locomotora a la que poco le falta para volverse centenaria.
La máquina a vapor en cuestión, cuentan, llegó al parecer a la Argentina en 1923, año
de su fabricación. La falta de registros precisos dificulta seguirle el rastro
después de tantos años, pero Oleiro arriesga que probablemente fue utilizada en
el norte, en los quebrachales de la zona del Chaco o en algún ingenio.
La pequeña locomotora antecede a la implementación
masiva de los tractores, por lo que era especialmente empleada para
transportar cargas en cortas distancias.
La máquina alemana, explican, se desplaza sobre
segmentos de rieles de 5
metros de largo y tan sólo 60 centímetros de
ancho, con un sistema de vías completamente portátiles y fácilmente armables,
que le permiten tirar de cargas de hasta 1200 kilogramos.
En la actualidad son muy pocas las locomotoras que
sobreviven, y funcionando, hay tan solo 4 o 5, incluida “la platense”. A pesar de
ser muy populares en su época el destino de estas locomotoras estaba sellado:
el ingreso de los tractores al mercado les significó una muy dura competencia.
Esta locomotora fue adquirida en 1968 por un parque de diversiones
de Mar del Plata, aunque operó allí sólo durante un año. No obstante, fue
tiempo suficiente para que Oleiro, que por entonces tenía 8 años, entrara en
contacto con la máquina de origen alemán y quedara ilusionado con tenerla
alguna vez, hecho que ocurrió hace poco menos de un lustro.
FUENTE: Sitio en Internet del Diario El Día, La Plata, prov. de Bs. As.