Encontramos y publicamos un hermoso relato ferroviario referido a un viaje por las vías del Ferrocarril Midland, que unía las estaciones Puente Alsina con Carhué, en la provincia de Buenos Aires. Este relato ferroviario fue publicado en el Blog Inventiva Social -Inventren- en el mes de mayo de 2009. Su autor es el Sr. Alfredo Armando Aguirre.
De Puente Alsina a Carhué, ida y vuelta
No llevo diario personal,
pero recuerdo, recuerdo que fue en el atardecer del 23 de marzo de este año
2009 de calendario gregoriano. Recuerdo la fecha porque iba a saludar en su
cumpleaños a una persona que quiero mucho.
Venia en el colectivo 85
rumbo a Bernal, cuando, casi instintivamente, hago cada vez que cruzo al puente
Uriburu, miro para el lado de la estación Puente Alsina del Ex ferrocarril
Midland, y a lo que era su contigua playa de cargas. Y recuerdo cuando con mi
hijo de pocos años, iba a recorrer por los galpones de carga, a lo que quedaba
de aquellos coches motores Ganz, que se trajeran a la Argentina allá por 1936.
Hace un tiempo he incorporado a mi batería conceptual, la noción jungiana de
“sincronía”,por eso ya no me parece ni azar ni causalidad, que una vez mas haya
recibido el estimulo de contar algo sobre mi “rollo “ con el Midland, que ahora
caigo porque que se llama así el club, con que participaba en el torneo de
Primera “C” de la AFA,
el club de mis amores Defensores de Cambaceres, allá por 1959 (Se cumplirá
medio siglo de la obtención de ese campeonato por los “bichos colorados” de
Ensenada).
Esta algo difusa la circunstancia en que me entere que el Midland llegaba hasta Carhue. Pero me acuerdo muy bien, cuando vi al pasar por la estación Carhue , rumbo a Darregueira ,aquella nublada parte del 8 de julio de 1972, vi al galpón de los coches motores, cuyas ruinas volví a visitar, esta vez de paseo por Carhue, en agosto del año pasado (2008).
Mapa del Ferrocarril Midland
Toda vez que puede, desde hace décadas, recorro los pueblos de la Pampa Húmeda
(Incluido el sector conocido como “Pampa Gringa”). La visita al mueso local,
forma parte de aquellos recorridos. Es curioso pero en el Museo de Carhue, no
hay casi referencias al Midland, pero si hay como en la mayoría de estos
pueblos, vestigios documentales, fotográficos y objetos tridimensionales, de
esa suerte de esplendor que surge de aquella argentina de las dos ultimas
décadas del siglo XIX, hasta la guerra del 14.
Y el Midland es un componente de
esa etapa, que nos provoca extrañas sensaciones, y que nos lleva a sacar
conclusiones muy distintas, a las que surgen de los libros donde se intenta
interpretar esa época.
Hacia 1910, en medio de la euforia que generaron los festejos del Primer
Centenario Argentino (¿Se creara un clima similar en el Segundo Centenario, ya
próximo?), llegaban los ferrocarriles Sud, Oeste y Midland; los dos primeros de
trocha ancha y de trocha angosta el último. Eso aun se percibe en el amplio
cuadro de la estación ferroviaria, en trance de devenir en Terminal de ómnibus.
Atento la importancia del ferrocarril por esos tiempos, se colige que las
empresas propietarias, no lo hacían por filantropía, sino porque se pensaba en
un centro turístico de nivel internacional, aprovechando las propiedades
curativas de la laguna Epecuén, ya conocidas por los que estaban allí desde el
origen, y fueron desalojados compulsivamente por la “conquista del Desierto”. Panoramas
similares, he observado, casi en ruinas, en Sierra de la Ventana, en el hotel Edén
de la Falda, en
Alta Gracia.
Pero volviendo a aquel 1972, del que tenemos recuerdos precisos en cuanto a las
fechas, porque estaban ligadas a nuestra entonces condición de corredor de
carreras pedestres, vuelvo a mi “rollo” con el Midland, a raíz de una vez que
por los motivos apuntados fui a Henderson, población erigida como consecuencia
del paso del Midland por allí.
Estación Henderson (Ferrocarril Midland)
Después de la carrera, el
19 de noviembre de 1972, me fui para la estación para esperar el coche motor
procedente de Carhue, que me llevaría a la estación Tapiales donde tenía
horario de llegada a las 21.50. Mientras esperaba, comiendo un sanguche, se me
acercó un peón del ferrocarril, sugiriéndome me subiera al tren de carga que se
aproximaba, así al menos iba ganando tiempo del viaje. Le agradecí y le dije
que esperaría el tren.
Al rato aparecieron oros
colegas del deporte, que habían sido invitados a un asado y nos aprestamos a
esperar el tren, que llego en horario. Me quedó la imagen del empleado de
correos (El tren hacía de vagón postal) que tenia un gorro muy pintoresco con
el escudo de la empresa de Correos y Telecomunicaciones. El coche motor (de los
viejos húngaros, ya que luego vendría una versión posterior fabricada por la Hungría comunista), tenía
compartimentos como los que se ven en las películas de los trenes europeos.
Coche Motor Ganz (Ferrocarril Midland)
(Fuente: Wikipedia)
Partió raudo el coche motor, con ese peculiar ruido que hacían sus motores. Creo que alcanzó a pasar por la estación Herrera Vegas. Y al llegar a Ordoqui, se “plantó” el motor. Y nos avisaron, que teníamos que esperar que venga, una locomotora para remolcarnos. Ya pasa ese entonces, la línea era de pocas frecuencias, así que vaya a saber que donde vendría la locomotora.
Así las cosas, nos bajamos el tren y fuimos a comprar lo que se podía, en el buffet del club Sportivo Ordoqui, algunos de sus simpatizantes, regresaban de un partido de fútbol disputado en algún otro pueblo de la liga regional.
Al largo rato llegó la locomotora, e inicio el lento remolque del coche motor con nosotros arriba. Fue aquella una noche muy fría, y todos estábamos arrinconados en el compartimiento dándonos calor con nuestros cuerpos.
Así arribamos a otro día
a Tapiales alrededor de las 11 de la mañana…
El Midland, del que ya
había sugerencias para lo, antes de la nacionalización de 1948, fue obviamente
incluido en el malhadado Plan Larkin de 1962, y clausurado y levantado entre
1978 y 1977.
Palanca de cambios (Ferrocarril Midland)
(Fuente: Blog "El Desvío")
En la travesía a pie que
hicimos en el verano austral de 1986, pasamos por la estación Baudrix, cuyas
instalaciones se veían ocupadas, pero en muy mal estado de conservación, y se
veían todavía unos galpones para cereal, donde todavía se podía leer la
inscripción “Apoye el Segundo Plan Quinquenal”, refiriéndose al plan de
gobierno 1953-1957, abortado en 1955 por la “Revolución Libertadora”.
Con el tiempo nos fuimos enterando que el origen de esta línea fue una
concesión otorgada por la legislatura de la provincia de Buenos Aires en 1904.
En esa época era común
que el que obtuviera la concesión se la terminara vendiendo a inversores
extranjeros, por lo general ingleses, los que le dieron el nombre de
conservaría hasta 1948, es decir Midland.
Hoy resulta claro, que el
Midland tenia instalaciones portuarias sobre el Riachuelo, en una época que se
lo navegaba comercialmente( Actualmente hay proyecto para darle ese uso hasta
el Mercado Central, situado aguas arriba), además tenia un ramal (aun
existente) que lo vinculaba al entonces Mercado Nacional de Lanares, (que
existía donde hoy hay monobloques enfrente a la estación del ex ferrocarril
Provincial de Avellaneda), y por allí donde hoy esta la cancha de Independiente
y la de Racing, se conectaba con los frigoríficos del Riachuelo, y hasta tenia
alguna entrada al puerto de Buenos Aires.
Este ferrocarril corría muy cercano a otros y en un punto hasta se cruzaban con
los ferrocarriles Compañía General y provincial (ambos de trocha angosta) y
también con el Ferrocarril Oeste y aun con el Roca. No se podía decir que las
zonas que surcaban estaban desconectadas.
Pero a partir de la
inexorable aplicación de la ley nacional de vialidad de 1932, era evidente que
los intereses del automotor y del camino pavimentado sustituirían tarde o
temprano a estos ferrocarriles, que eran de tráficos débiles.
En 1947 se nacionalizó el
Compañía general Buenos aires. En 1948 el Midland y en 1951, el provincial fue
“nacionalizado”, seguramente aprovechando la caída en desgracia del gobernador
Mercante.
En 1954, alcanzaron a
fusionar al Provincial, el Midland y el Compañía General, en Ferrocarril
Nacional de la Provincia
de Buenos Aires, pero su resultado fue efímero.
Pareciera que recién en estos tiempos se esta comenzado a asumir la tropelía de
haber levantado estos ferrocarriles de trocha angosta. Nos sigue quedando la
perplejidad de lo que implicaba su puesta en marcha, y lo que se fue apagando
como consecuencia de la finalización de la Gran Guerra.
Buenos Aires 18 de mayo de 2009
Alfredo Armando Aguirre
FUENTE: Blog en Internet