domingo, 3 de julio de 2011

¡Aquel día de fines de abril! (Relato ferroviario)

Publicamos un relato ferroviario que hemos recibido de nuestro amigo el ferroaficionado Rubén Pestrín -residente en Ministro Rivadavia, provincia de Buenos Aires- quien ha recorrido el ramal del Ex Ferrocarril Urquiza que llegaba hasta la Estación 4 de Febrero, en la provincia de Santa Fe.

 ¡AQUEL DÍA DE FINES DE ABRIL!
Fue precisamente ese día cuando recibí correo con fotos de 4 de Febrero, de un Gran Amigo, El Porteño, lejos estaba yo de imaginar, siquiera sospechar, lo que el mismo desencadenaría….Sólo sabía que en esos momentos no iba a poder asistir al Encuentro Nacional de Adorados Cascajitos, y sí que debería permanecer trabajando por una cara feliz (no precisamente la mía). Éste fotográfico recibimiento, que trataba sobre estaciones donde el tren ya no llega, contenía un escueto epígrafe: - Sería lindo poder ir-
Desde tiempo atrás, la Santia deseaba hacer con nosotros una de esas comentadas ramaleadas y ferroviarios viajes que tanto disfrutábamos, y que por esas cosas de la vida conyugal se habían cortado. Al mismo tiempo, una adorable Inti, intentaba reponerse de algunos males que la alejaban de una gran pasión, la separaban brutalmente de su vida.
Así se sucedían los sucesos, cuando, escuchando a Buddy Guy, tuve una iluminación de churrasquería: Podríamos realizar el viaje en el fin de semana de la luna llena; comencé con los contactos, no sin temor, pues ignoraba como lo tomaría Inti.

Mal debut

Poco a poco, el tiempo fue consumiéndose hasta llegar al convenido momento. Arribé conduciendo el  Overo (¿O será que  Él me conduce a través de  esa complicada ruta que es la vida?). Allí estaba ella, radiante bajo las ambarinas luces de la autopista. Fue en ese mismísimo instante en que comenzamos a compartir una historia mancomunada., que  como toda buena historia, posee su prehistoria. Larga detención en donde Miguel se transforma en Santo y….¡¡A la ruta!!! . El Overo ya no viajaría solo, tendría su compañía en La Blanca.

Primera parada Fátima: Estación pintoresca, y… tomada. Mal para debut fotográfico. Unas pocas tomas desde lejos; el entorno no inspiraba confianza. Jugando torpemente con la rima, una lástima.

 Estación Fátima (Ex Ferrocarril Urquiza)

Palomas y metaleros

Seguimos, por impecables caminos hasta llegar a Torres. Pueblito pintoresco con una enorme estación para lo que es el ramal. Don Febo brillaba en todo su esplendor, generando un hermoso calorcito. Todo aquí está cuidado, bah, el exterior de la estación no, pero se nota que el trabajo realizado con la pintura aplicada en 1989 fue de buena calidad, quizás con mucho esmero y cariño.

Estación Torres (Ex Ferrocarril Urquiza) 

Bajamos a la 7, dejando atrás el poblado de la Santa Patrona de los Caminos, donde año tras año se generan agotadoras procesiones para adorar y no pensar, encaminándonos a un sitio que onomatopéyicamente  suena  a arrullo palomino: Cucullú. 

Estación Cucullú (Ex Ferrocarril Urquiza) 

Como en muchos otros parajes de la nación, donde el gusano metálico dejó de bramar, parecería que el tiempo se ha detenido. Ahora es una gomería.
Nos detuvimos en Giles, para que nuestros nobles transportes reposten energías. Luego a la linda y prolija ex estación del Ferrocarril Central de Buenos Aires, como mudamente atestiguan algunas inscripciones en la descarga de agua para las locos a vapor de aquellos idos tiempos.

Estación Giles (Ex Ferrocarril Urquiza)  

Mi Inti se ve tan radiante, tan llena de energías positivas en la toma mejor lograda por mí en este viaje. Unas ocho horas atrás la felicidad recomenzaba a adentrarse en mí. ¿De ambos?
Nos disponíamos a almorzar en  una parrillita al paso, ahí en el cruce de la 41, y realmente me sentía muy bien. Con la panza llena, y el alma cada vez más reconfortada, pues mi Wara con su luminosidad regaba  todos mis sentidos; continuábamos por la cinta gris hacia el Oeste (¿O era NorNorOeste?), para, mediante finales 4 kilómetros de tierra, arribar a lo que a priori podría ser el paraíso de los metaleros: Heavy. Los tonos pastel de su pintura, mas las ovejitas pastando, y la quietud y paz reinantes que conjugan una agradable comunión con el paisaje campestre, parecen sacadas de una publicidad de algún pastor  de televisiva pulcritud y prometedor de cielos incomprobables. Saco una y otra foto. Desde la tranquera que evadí sin permiso, me aguardan mis amistades. Hago tiempo, esperando quizás que una fantasmal Chanchita Fiat haga su aparición entre el tapado camino de fierro…
Debemos irnos, aunque hay tiempo para una sesión fotográfica con poses de roquero metalero (olvidé las cadenas) en al nomenclador rutero. No sé, tengo la sensación que en Heavy, alguito mágico aconteció….

 Estación Heavy (Ex Ferrocarril Urquiza) 

Retornamos a la 7

Volvemos a enfilar hacia el Poniente. Con las postreras luces solares alcanzamos Carmen de Areco, otrora uno de los puntos importantes del Tramway Rural. Por supuesto, ya no circulan tranvías ni trenes, pero el municipio con buen tino la ha convertido en paseo público y ¡¡¡ con baños limpios!!! Son interesantes de fotografiar los viejos vagones reciclados en viviendas o depósitos excelentemente cuidados, al menos en su exterior.
A esta altura de la tarde, casi ya anochecer era necesario tomar una decisión. Continuar viaje hasta los confines del ramal, o hacer noche allí. Mapas sobre el capot, rápidos cálculos de distancias a recorrer y unos breves intercambios de opiniones con El Porteño, y la decisión decidida de aproximarse lo más posible hasta la punta de rieles. Unos 20 kilómetros antes de ella se encuentra Hughes, ciudad donde seguramente conseguiríamos sitio de pernocte.

Estación Carmen de Areco (Ex Ferrocarril Urquiza) 

Don Felipe Hughes…

…fue  el propietario de las tierras donadas para la construcción de la estación del Ferrocarril Argentino y, en la parte inferior de esa gran bota que es Santa Fe, existe un pueblo fundado por decreto provincial el 15 de abril de 1915 que homenajea a este hombre de británico apellido. Allí, hospedaje mediante, nos detuvimos para hacer noche, con la idea de partir al despuntar la alborada.
Durante la cena en ese restaurante de cuentas equivocadas (a favor de ellos ¡obvio!) contiguo a la ruta, Inti, mi adorable Inti, estaba sencillamente fulgurante….
La noche no era calma, pues el viento Norte que desde el nacimiento de la tarde soplaba, presagiaba tormentas. Extraños sonidos nocturnos, provocaron temores que indujeron a despejar atormentantes nudos morales. Desataduras que sirvieron para conectarnos con lo más tierno de nuestro ser. Ambos depositamos  nuestra  alma en la confianza, en la nobleza del otro. Lo necesitábamos desesperadamente. El tiempo dejó de ser tiempo, para transformarse en  un suceso mágico, suavemente tierno y lleno de amor…Los difíciles pasados comenzaban a ser ajusticiados, dirimidos…

El cielo está llorando, mirá las lágrimas rodando calle abajo * 

Lloraba el cielo cuando amaneció; por instantes diluviaba. Los planes se transformaban a causa del intransitable lodazal generado por el baño de San Pedro. Agradecimos la cortés invitación de la dueña el hospedaje a quedarnos hasta que amaine, pero debíamos seguir generando la historia. Allí fuimos bajo las celestiales lágrimas, que por momentos semejaban cataratas del mas allá.
Convenimos en ingresar a los sitios con accesos pavimentados, siendo la capital del maíz pisingallo, Rojas, nuestra primera detención dominguera. Sacamos muchas fotos, varias muy bien logradas, de tonos artísticos podríamos decir. De mi parte tuve una Gran Maestra para poder lograrlas.

 Estación Rojas (Ex Ferrocarril Urquiza)

Sorpresa en medio de la pampa sojera

Continuábamos por la 31, cuando apareció el letrero de cemento señalando Hunter. El toscoso acceso se veía seco, de modo que nos adentramos en él. La estación luce, a pesar de sus años, imponente; en la actualidad, en los alrededores no hay nada que justifique semejante estación. Algo similar al F.C. Sud en las estaciones del ramal que originalmente fuera del Ferrocarril Buenos Aires, Ensenada y Costa Sud.

 Estación Hunter (Ex Ferrocarril Urquiza) 


Estación Hunter (Ex Ferrocarril Urquiza)

Alteada en medio de la llanura debido a las cercanías del curso acuífero denominado Rojas,  lo cual no hace más que resaltar su majestuosa imponencia.
Felizmente está habitada por gente muy amable, ferroviaria de alma, que le brinda los mimos necesarios a esta casi centenaria anciana. Mate de por medio, compartimos un agradable y prolongado momento.
La tarde se hallaba en las postrimerías de su agonía. Debíamos partir una vez más; esta vez con breve paseíto por el puente de vía única sobre el ya citado río.

Las sombras nos invadieron bajando a Buenos Aires

Y terminamos de desandar las últimas cintas asfálticas hasta nuestras moradas. Nos quedaron historias por conocer, pero ellas serán partes de otra historia. Este fue una relato de viaje, de erres cuatro, trenes y fantasmas, que son recuerdos cada vez mas fundidos en leyendas. 

Miscelaneas del viaje

Miscelaneas del viaje

Han  transcurrido historias ficticiamente reales, o realmente ficticias, como lo prefieran o quieran apreciar.
Rubén Pestrín
Ministro Rivadavia, 20 de  Junio de 2010

N.del R.1: * Con estas estrofas comienza el tema The Sky Is Crying de Elmore James
N.del R.2: Ex profeso he omitido los nombres reales.
N.del R.3: Fotos de ISA y R.P.

¡Felicitamos a Rubén por su relato, y agradecemos haberlo compartido con nosotros!

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