lunes, 17 de octubre de 2011

Anécdotas ferroviarias argentinas (Segunda entrada)


En esta entrada publicamos la segunda y última anécdota ferroviaria argentina.

REMEDIO DE EUCALIPTO PARA CALDERAS DE LOCOMOTORAS INCRUSTADAS

El Ferrocarril Andino tenía graves problemas por la mala calidad de las aguas encontradas en su zona, aguas que causaban serias incrustaciones en las calderas. Las incrustaciones impedían la transferencia de calor entre el fuego y el agua y la evacuación del humo, y de tal manera tenían efectos parecidos a un serio resfrío de la caldera. Estos problemas fueron heredados en 1887 por el F. C. Gran Oeste Argentino cuando compró la vía de Villa Mercedes a San Juan. El remedio aplicado entonces a ese "resfrío" es muy divulgado mismo hoy día. 

Extracto de las actas de la asamblea del F.C. Gran Oeste Argentino en Londres, el 12 de diciembre de 1888, Sir George Russell, "baronet" .(superior a caballero e inferior a barón, no existe en español), Miembro del Parlamento, presidiendo: 

"...Con respecto a nuestra capacidad para servir al tráfico ... yo no lo digo para quejarme, sino sólo para dejar por sentado un hecho --- de que teníamos que enfrentar el siguiente estado de cosas. El Gobierno de la Nación Argentina nos entregó según el contrato 41 locomotoras, y sobre éstas 41 locomotoras la primera memoria de nuestro administrador general informa lo siguiente:--- 14 estaban fuera de servicio, 8 estaban en reparaciones, 8 necesitaban reparaciones, 8 estaban en estado regular, y sólo 3 estaban en buen estado. ... El Directorio tuvo que considerar el hecho de que el mal estado de las locomotoras se debía en general a la mala calidad de las aguas encontradas a lo largo de toda la línea, y esta cuestión pareció tan importante que, con vuestra licencia, quisiera en primer lugar dirigir vuestra atención al informe del Sr. Roberts sobre esta cuestión ... Él dice:" 
"En primer lugar busqué las causas que hacían fallar a las locomotoras y demoraban el tráfico. Las primeras se debían principalmente a incrustaciones en las calderas, debidas originalmente a negligencia con falta de atención en los lavados de calderas. Esas incrustaciones asumieron proporciones tales que llegaban a un espesor de más de una pulgada, en otros casos los espacios para el agua entre los tubos, y entre el interior y el exterior de las camisas de las cajas de fuego, estaban completamente rellenas de depósitos. Ésto impedía la libre circulación del agua en las inmediaciones del metal, causando la pérdida de gran parte del poder calorífico del combustible y por tanto aumentando el consumo de combustible muy por encima del normal necesario para efectuar el trabajo. Además, las cajas de fuego y los tubos se deterioraban rápidamente, los tubos reventando o perdiendo frecuentemente, de manera que había que apagar los fuegos y parar los trenes por horas, muchas veces lejos de cualquier estación o de auxilio cualquiera." 

"Este asunto pareciéndome de tanta importancia para la explotación económica del ferrocarril le presté mucha atención por largo tiempo y, después de mucha reflexión, decidí ensayar un remedio en forma de infusiones de hojas de eucalipto. El primer experimento fue hecho con la máquina Rivadavia, cuya caldera estaba muy incrustada y, además, cuyos tubos perdían considerablemente. El primer día del experimento esta máquina corrió de Mendoza a San Juan retornando al día siguiente, el tercer día quedó en galpón, donde hice inspección de la caldera y encontré que una gran cantidad de escamas se habían separado del metal y fue removida con el agua al lavar la caldera; además, los tubos habían causado menos trastornos por pérdidas que anteriormente." 

Cabe agregar que el mencionado Mr. Roberts era nada menos que William Roberts, Miembro del Instituto de Ingenierios Civiles, flamante Administrador General del nuevo F. C. Gran Oeste Argentino y, anteriormente, Ingeniero en Jefe del Ferrocarril Gran Sud de Buenos Aires. Expirado su contrato con el FCGOA en 1892, éste no fue renovado, nombrándose en su lugar a José A. Villalonga.” 

Esta y otras anécdotas ferroviarias argentinas, se encuentran disponibles en el sitio en Internet: http://www.diaagency.ca/railways/anecdotes.htm
  

FUENTE: 
Silvestre Damus en:  http://www.diaagency.ca/railways/anecdotes.htm basado en:
Herapaths's Railway (and Commercial) Journal, 15 de diciembre de 1888, páginas 1375-77.