lunes, 17 de agosto de 2009

Recuerdos de un ferroaficionado

Cartel de la Parada Kilómetro 46 (San Francisco Solano)


A mi amigo Gabriel se le ocurrió que como integrantes del Blog Ferroaficionados Estación KM. 29, relatemos como fue que se produjo nuestro ingreso al apasionante mundo de los trenes.

Realmente creemos no conocer el momento en que pasamos de ser personas normales a seres anormales.

Creo que ya nació con nosotros, y luego no lo pudimos ni quisimos dominarlo. En mi caso algo realmente curioso por no tener ningún pariente o referente ferroviario.

Así es que el primero que me proporcionó información fue mi viejo al que"alquilé" siempre que pude y si bien no le gustaban los trenes, al ser ingeniero en construcciones mecánicas, algo sabía.

Y siendo yo un pequeño preguntón, el viejo me explicó, por ejemplo, lo que era un gancho mandíbula, o un gancho cadena; cuales eran las diferentes trochas; o el principio del funcionamiento de una locomotora de vapor o el de una diesel eléctrica.

De esta manera empecé; ya más grande viajaba por mi cuenta trayectos cortos sin despertar sospechas de mi madre. Al pasar mucho de mi tiempo libre en San Francisco Solano (Parada Kilómetro 46) a metros de la vía del Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, me hice amigo de guardas y maquinistas; es así que viajaba gratis.

Parada Kilómetro 46 (San Francisco Solano)


Llegar un día de invierno a La Plata, era como hacer un viaje interplanetario, encontrarme con el galpón de máquinas, con esa hermosa estación (la más grande de la línea) era un sueño realizado.

Estación La Plata (Ferrocarril Provincial de Buenos Aires)


Vayan recuerdos imborrables a esas tardes de sol sentado en el andén esperando la llegada de las destartaladas formaciones ferroviarias de ensueño. Como también ayudar a los maquinistas a empujar la mesa giratoria, o juntar los boletos hasta tener todas las combinaciones posibles.



Boletos tipo Edmonson emitidos por el

Ferrocarril Provincial de Buenos Aires


Siendo ya más grande, cuando tenía que moverme por el centro de la ciudad de Buenos Aires, lo hacía exclusivamente en Subterraneo. Y, si por ejemplo, tenía que desplazarme desde Constitución hacia Pompeya, teniendo a disposición muchas líneas de colectivos, tomaba el colectivo de la línea 59 hasta la Estación Buenos Aires y de allí viajaba sólo una estación, hasta Sáenz.

Estación Buenos Aires (Ferrocarril General Belgrano)


Mi familia viajaba a Córdoba en automóvil, y yo lo hacía con quien hoy es mi esposa en tren, en la última época de Ferrocarriles Argentinos, pudiendo durar el viaje más de 15 horas.

Y así llegamos hasta la actualidad donde de alguna manera canalizamos nuestras inquietudes en nuestro querido Blog Ferroaficionados Estación Km. 29.

Guillermo Pascolo