Tenemos el gusto de publicar este poema didáctico -con aclaraciones incluidas- titulado “El Buen Maquinista”. El mismo fue escrito allá por la década del ’30 del siglo pasado por el maquinista –conductor de locomotoras- Amadeo Delfino Martínez, en la ciudad de Carmen de Patagones, provincia de Buenos Aires.
EL BUEN
MAQUINISTA
Yo también como el mejor
maquinista recibido
sé hacer un buen recorrido
con máquinas a vapor.
Sé abrir el regulador (llave de abrir la marcha)
y recoger la “palanca” (marcha atrás ó adelante)
y si es brava la barranca,
mandarla al faie del “sector” (cambio de marcha).
Sé dar un contra vapor (en marcha, dar marcha atrás)
sin que sufra la caldera
y sé hacerlo de manera
que no salte el “inyector” (inyector de agua).
Y si voy con “cangeador” (aparato de cambio vía libre),
corriendo algún sesfaloso,
le hago una seña a mi “socio” (el foguista)
pa’ que produzca vapor.
En las noches muy oscuras
de neblina o temporales
mis ojos son como gato
pa’ divisar las señales.
Y al llegar a una estación,
si es que hay pasada o parada,
de lejos sé distinguen
la verde o la colorada.
Así al llegar a destino
entro la locomotora al galpón
y antes de dejar servicio
anoto reparación.
La vida de un maquinista
sin pretensiones ninguna,
y una vez dejao servicio
voy a pasar a la Comuna (casa de descanso).
Amadeo Delfino Martínez
FUENTE: Sitio en
Internet
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