... el 31 de octubre de 1876 -hacen hoy 140 años- se
inauguró la Estación
Tucumán correspondiente al Ferrocarril Central Córdoba
-trocha angosta= 1000 mm .-,
luego Ferrocarril Belgrano.
"Dicen que la historia se repite, lo cierto
es que sus lecciones no se aprovechan". El concepto del político y abogado francés Camille Sée (1847-1919) potencia su vigencia si se
aplica al presente de las estaciones ferroviarias de Tucumán. Cuando el 31 de octubre
de 1976 se celebró el centenario de la llegada del primer tren a la provincia,
el futuro de ese transporte ya estaba decidido. Una década y siete años después
de la conmemoración se levantaron los servicios de trenes de pasajeros de larga
distancia: era marzo de 1993. Es decir; 117 años después de la llegada del
primer tren. También se había cumplido el vaticinio de Bartolomé Mitre en su discurso de inauguración del primer
ferrocarril argentino, el 29 de agosto de 1857: "el ferrocarril va a poblar las soledades, a dar riquezas donde
hay miseria y orden donde reina el desorden; al medio de los llanos irá, y
trepará por último la cordillera de los Andes, para ser más tarde el
ferrocarril de América, fundador de pueblos y ciudades, en los confines de esta
tierra".
Cuatro cabeceras
Cuatro cabeceras
Y así fue en el inicio
de la historia, aunque en la actualidad todo haya cambiado. La tucumana fue la
única capital del NOA -y una de las pocas ciudades del territorio nacional- que
privilegiaron con cuatro estaciones ferroviarias cabeceras. Además, San Miguel
de Tucumán fue dotada de otras dos -una al norte y otra al sur- para
transferencia de cargas o parada.
Cinco de esas
cabeceras eran de trocha angosta (ex Belgrano) y sólo una de trocha de ancha
(ex Mitre). De aquella media docena dos permanecen activas: una para cargas y
otra para transporte de pasajeros y cargas. Las cabeceras de pasajeros eran
Central Córdoba (Tucumán CC), Central Norte (Tucumán Norte, Tucumán N o El
Bajo), El Provincial (Tucumán Nordeste) y Mitre (Tucumán Mitre o Sunchales).
Las de transferencia de cargas se ubicaban en Muñecas y en Mate de Luna. Y hay
que sumar los apeaderos Agua Corrientes, Empalme Centenario, Colegio Nacional y
Mercado de Abasto.
La primera fue Central Córdoba, ubicada en San Martín
(ex calle Las Heras en el siglo XIX) y Marco Avellaneda. El edificio de líneas
italianas, diseñado y construido por el entonces joven francés Clodomiro Hileret, se inauguró el último día de octubre de 1876. Un
día antes había arribado el primer tren a Tucumán.
La edificación, pletórica de historia -como lo
consigna el historiador, periodista y abogado Carlos Páez de la Torre (h) en un artículo de LA GACETA-, subsiste a siete
cuadras de la plaza Independencia. Posee una de las torres más antiguas, con un
gran pararrayos. Delimitan el predio los puentes de 24 de Septiembre, al sur, y
el paso a nivel de la calle Santiago del Estero, al norte. La playa de
maniobras y las dependencias estaban entre Marco Avellaneda y Suipacha.
Reciclada en 2009
La construcción
recobró su esplendor -luego de permanecer cerrada durante varios años- al ser
reciclada y reinaugurada en agosto de 2009. En ese momento se había anunciado
el retorno del servicio entre Tafí Viejo y la capital, proyecto que todavía
sigue sin concretarse.
Entre la playa de vías
y la calle Córdoba, de norte a sur, se encuentran los galpones, donde
inicialmente funcionaron "la ropería" y la oficina técnica de la
divisional Tracción. Después hubo bodegas particulares y depósitos. También
funcionaron dependencias de material remolcado, el taller que se encargaba del
alistamiento, mantenimiento y reparación ligera de los vagones. Incluso contaba
con una calle interna de acceso, desde el norte.
El edificio principal
es de dos pisos. En la planta baja estaban las oficinas propias de la estación;
en el ala sur, las de trenes e inspección de tráficos. Los servicios médicos y
la farmacia de la Sociedad
de Socorros Mutuos se situaban en el ala norte. La planta alta era ocupada por
la jefatura y las oficinas de tráfico.
La vía tope de coches motores se situaba al sur
del edificio central. Por allí entraban y salían los Ganz hacia Concepción,
Villa Alberdi, La Cocha
y Rumi Punco. En La Cocha ,
los pasajeros que se dirigían a Catamarca hacían el trasbordo en ómnibus de la
empresa Bossio.
Los trenes de pasajeros que venían de Retiro, Córdoba, Salta, Jujuy y hasta las combinaciones con Bolivia, llegaban primero al Central Córdoba. Cuando se creó la estación El Bajo alternaban los arribos.
Los trenes de pasajeros que venían de Retiro, Córdoba, Salta, Jujuy y hasta las combinaciones con Bolivia, llegaban primero al Central Córdoba. Cuando se creó la estación El Bajo alternaban los arribos.
Los trenes de cargas se movilizaban desde
"CC", como lo hacen en la actualidad.
La estación Central Córdoba era la terminal de la línea y su progresiva kilométrica se identificaba desde Rosario. En cambio, la línea C arrancaba con el km 0 en Santa Fe e ingresaba a Tucumán por Las Cejas, mientras que la "CC" lo hacía por Taco Ralo.
En 1875 se habían habilitado los tramos desde "La Docta "
a San Miguel de Tucumán: Córdoba-Recreo (1 de mayo), Recreo-San Antonio de La Paz (16 de julio), San Antonio
de La Paz-Lavalle
(25 de noviembre) y en 1876, desde Lavalle a S. M. de Tucumán (31 de octubre).
El constructor ejecutor de la línea fue José Télfener y el diseñador, Clodomiro Hileret, luego dueño del ingenio Santa Ana.
La estación Central Córdoba era la terminal de la línea y su progresiva kilométrica se identificaba desde Rosario. En cambio, la línea C arrancaba con el km 0 en Santa Fe e ingresaba a Tucumán por Las Cejas, mientras que la "CC" lo hacía por Taco Ralo.
En 1875 se habían habilitado los tramos desde "
El constructor ejecutor de la línea fue José Télfener y el diseñador, Clodomiro Hileret, luego dueño del ingenio Santa Ana.
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