En esta nota se rememora el servicio ferroviario que prestaron los Coches Motores FIAT 7131 en el Ferrocarril Roca.
"LA CHANCHITA": UN SÍMBOLO PARA LOS VECINOS DE ALMIRANTE BROWN
El recuerdo del tren Coche Motor FIAT 7131 sigue vigente en la memoria de aquellos que viajaron en él. Conocé la historia y todos los detalles.
El recuerdo del tren Coche Motor FIAT 7131 sigue vigente en la memoria de aquellos que viajaron en él. Conocé la historia y todos los detalles.
La mayoría de los usuarios de zona sur eligen como
medio de transporte el Ferrocarril Roca, por la rapidez en comparación a la de un
colectivo, ya sea para dirigirse a Constitución o a los distintos barrios del
conurbano.
Hace aproximadamente 60 años atrás, la situación
tampoco era muy diferente y si bien la frecuencia de los ramales no era la
misma, muchos preferían viajar en un vagón sobre las vías y evitar el tráfico
en las distintas calles o simplemente porque no tenían otra opción.
Como en nuestros días existe el Ferrocarril Roca, en aquella
época funcionó la recordada “Chanchita” que cientos de usuarios utilizaron para
viajar desde Temperley a La
Plata y a veces Constitución, pasando por varios barrios de
Almirante Brown y también a otros lugares como Chascomús, Haedo y Pipinas.
“Recuerdo
que comenzaron los Coches Motores FIAT 7131 a prestar servicio a mediados del año
1961; hasta ese momento corrían los equipos Drewry, ingleses -eran como dos
colectivos acoplados-, no tenían gran capacidad de pasajeros pero para antes de
1961 y por varias décadas funcionaban bien”, explicó Roberto Lamas, vecino de Claypole que
frecuentó dicho tren, en diálogo con "El Diario Sur".
“La
primera vez que vi un equipo FIAT fue un medio día, al salir de la escuela 7 de
Mármol a la que iba porque la 10 de Claypole estaba en refacciones y los turnos
eran de dos horas”
“A estos
trenes se los bautizó como "La Chanchita " ya que cuando se los veía venir,
a lo lejos tenían un movimiento de un lado al otro como si fuese un animal de
esos”, aseguró y
agregó sobre las características del mismo: “Las formaciones normales eran de dos o tres coches con su respectivo
coche motor que le brindaba la motricidad. A la gente le gustaba viajar en
ellos, tenían calefacción para el invierno, pero no aire acondicionado”.
El vecino de 68 años, continuó explayándose acerca
del confort del legendario tren: “Eran
equipos "revolucionarios" para un servicio urbano, tenían baño con
descarga de agua en el inodoro, pileta para lavarse las manos debajo de las
cuales había un pedal que se presionaba y salía agua de la canilla”,
afirmó y añadió sobre su seguridad: “Las
puertas para subir y bajar, al abrirse, uno de los escalones se rebatía hacia
dentro, es decir que, cuando las cuatro puertas estaban cerradas, no había
ningún hueco por donde podía caerse alguien”.
“Fueron asombrosos esos trenes, con una línea
aerodinámica a la cual no estábamos acostumbrados en aquellos tiempos...”
Sin embargo, en sus años arriba de “La Chanchita ”, Roberto
presenció una situación que lo marcó de por vida: “Una vez, viniendo desde La Plata , a la altura del
parque Pereyra Iraola, yo estaba mirando hacia la cabina porque la puerta
estaba abierta y el maquinista me ve y señala con el dedo el velocímetro...
¡Íbamos a 105 kilómetros por hora...! En un lugar donde actualmente,
las vías están en condiciones solo se puede circular a no más de 40 kilómetros por
hora. Pensé que era mi último viaje en "La Chanchita", recordó todavía asombrado por el hecho.
Así como aquella anécdota lo marcó, tampoco olvida el último arribo de "La
Chanchita " a su barrio y su triste final: “El último que pasó por Claypole (viniendo de La Plata ) se incendió en Mármol
y estuvo tirado en una vía lateral durante más de dos décadas. Eso habrá sido
allá por mediados de los '90, años en que Menem por "consejo" de
una consultora canadiense, estuvo a punto de clausurar el ramal Temperley - La Plata , pero no lo logró. No
obstante, lo que sí hizo fue clausurar el tramo Gutiérrez - Villa Elisa, por lo
cual, perdimos la posibilidad de viajar directo a La Plata ”, subrayó
con cierta tristeza reflejada en sus ojos.
Así como aquella anécdota lo marcó, tampoco olvida el último arribo de "
En los últimos años, lo que quedó de la familia de “La Chanchita” fue el tren del ramal Temperley-Haedo que actualmente no está en
funcionamiento y tampoco tuvo un final feliz: “Los propios vecinos se encargaron de
destrozarlo, apedreándolo, subiendo y robando a mano armada a los pasajeros,
amenazando de muerte a los maquinistas cuando había algún accidente”.
“En determinado momento del trayecto,
los guardas nos solicitaban que bajemos las persianas para evitar piedrazos.
Cuando llegaba la oleada de cascotes parecía que granizaba”
De todas formas pese al mal comportamiento de algunos
y a la nostalgia, Roberto cree que la transformación del servicio
ferroviario fue necesaria y que hoy en día se viaja en mejores condiciones: “La gente cada vez aprecia más a los trenes ya que,
por ejemplo, para viajar desde Claypole hasta Plaza en colectivo, no se
tardaría menos de dos horas y en los nuevos trenes eléctricos, funcionando
bien, no se tarda más de 33 o a lo sumo 40 minutos y con calefacción en
invierno y aire acondicionado en verano”, comentó.
Se acuerdan de los trenes Fiat (más conocido como la chancha), que circulaban por todas las líneas ferroviarias de la República Argentina, incluso los veiamos pasar por el servicio diesel del ramal Moreno-Lujan-Mercedes de la línea Sarmiento hace mucho tiempo?, espero que les gusten mucho mi comentario, recibir pronto respuestas suyas, saludos y felicidades a vosotros y a todos los que los rodean. De Luján Buenos Aires._🚆🚆🚂🚂🚂💓💓
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